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Abbas descarta aplazar las elecciones palestinas tras recibir garantías de EE UU

El presidente palestino había amenazado con retrasar los comicios si Israel no permitía votar a los electores de Jerusalén

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, más conocido como Abu Mazen, ha descartado hoy atrasar los comicios presidenciales en los territorios palestinos, previstos para el 25 de marzo, después de que Estados Unidos le haya garantizado que los palestinos residentes en Jerusalén Este podrán ejercer su derecho al voto.

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En una rueda de prensa convocada por sorpresa en Gaza, el mandatario palestino ha explicado que ayer habló con la secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, y hoy ha recibido un mensaje del presidente George W. Bush quien le dio garantías de que Israel permitirá que los comicios en Jerusalén sigan adelante. "Las elecciones se celebrarán y si Dios quiere tendrán lugar a tiempo", ha dicho Abbas. Inicialmente, Israel amenazó a los palestinos con prohibir las votaciones en Jerusalén, pero hoy las autoridades israelíes dieron un vuelco en su decisión y permitieron las campañas políticas en ambos lados de la ciudad.

La sombra de Hamás

Por otro lado, Abbas ha hecho un llamamiento a las autoridades locales de Gaza y Cisjordania para que garanticen la seguridad durante el día de la votación. "Tienen que proteger esta jornada democrática, incluso con la fuerza", ha enfatizado. El aplazamiento era una opción que Abbas había barajado hasta hoy mismo no sólo por los obstáculos israelíes, sino también por las presiones de varios sectores de su partido, Al Fatah, que han expresado su temor a caer derrotados ante el avance imparable del fundamentalismo de Hamás, claro vencedor en la última fase de las elecciones municipales. Además, el partido en el poder vive envuelto en una profunda división entre la vieja guardia -representada por Abbas y Qurei- y los jóvenes de la Intifada -liderados por el carismático Marwan Barguti, preso en una cárcel israelí-. Por otro lado, Israel, al igual que EE UU, ve con preocupación y temor una posible mayoría integrista en el Parlamento palestino.

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