¿Enganchados?
Entre las secuelas que ha podido dejar el uso de estimulantes está la adicción. Al igual que en las posibles enfermedades, los protagonistas son muy escuetos y tratan de minimizar situaciones.Sin embargo, más de un ciclista, tan acostumbrado a los estimulantes, ha tenido que seguir tomándolos durante el día y combinarlos con relajantes para dormir por la noche.
"Siempre pensaba que al dejarlo podía tener problernas", dice Grande, "pero no, sólo sé de belgas y holandeses que creo quedaron enganchados".
Fuente, por su parte, comenta: "¿Que si crea hábitos? De mis compañeros no conozco a nadie que esté pringado. Todos están más o menos bien. Nos hemos forjado en la lucha, con mucho sacrificio, y hemos tenido que currar y esforzamos sin tanta preparación como ahora. No sé de nadie que sea un juguete roto. ¿López Carril? Si, murió jugando al fútbol un partido de solteros y casados en la playa de Gijón, pero fue un corte de digestión. Carril quería ganar a todo, como Merckx, había engordado, y acababa de comer. Cayó una vez, se levantó y volvió a caer. Los que estaban allí creían que era broma".
Respecto a la muerte en el Tour del inglés Tom Simpson, la primera gran víctima de las anfetaminas, el Tarangu tiene su versión: "Hombre, si con el calor que hacía en el Mont Ventoux encima le metieron un cardiorrespiratorio, coramina o micorén, lo que nos daban para acelerar más el corazón, pues imaginate".
"Yo me cuido. Tomo los cubas libres que quiero, pero sin pasarme. Y a mí no me gusta comer. Sólo pasta y arroz. Me acostumbré de la época de ciclista. Dicen que soy un tipo raro, pero yo como para vivir, no vivo para comer" concluye Fuente.