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El proceso hacia el final del terrorismo

El preacuerdo sobre la mesa de partidos vascos condiciona el avance del proceso

Tras el compromiso, previsto para finales de año, Gobierno y ETA avanzarían en la pacificación

Luis R. Aizpeolea
Fernández de la Vega y Rodríguez Zapatero, ayer en el Congreso.
Fernández de la Vega y Rodríguez Zapatero, ayer en el Congreso.R. GUTIÉRREZ

El avance del proceso para el final de ETA está condicionado a que antes haya un preacuerdo entre las formaciones políticas vascas sobre la mesa de partidos prevista en Euskadi, según fuentes conocedoras de la situación. Estas fuentes sitúan finales de año como plazo para la consecución de tal compromiso político. El preacuerdo daría paso al proceso de legalización de la izquierda abertzale y a la adopción por el Gobierno de medidas penitenciarias con los presos de ETA. Estas medidas estarían vinculadas con un mayor compromiso de la banda con el alto el fuego, aunque ETA no llegaría a la decisión de declarar oficialmente "irreversible" el abandono de la violencia, añaden las mismas fuentes.

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De confirmarse estas previsiones, el Gobierno y ETA mantendrían una reunión oficial antes de fin de año. A este encuentro se llegaría tras los contactos "técnicos preparatorios" mantenidos estas últimas semanas, según confirmó ayer en Madrid el líder de IU-EB, Javier Madrazo. En esos contactos preparatorios, ETA ha comunicado al Gobierno sus posiciones.

Según fuentes conocedoras del proceso de paz, la llave del avance no radica, en estos momentos, en la política de pacificación -en las conversaciones del Gobierno y ETA sobre el cese de la violencia y las medidas penitenciarias-, sino en un preacuerdo entre las formaciones vascas sobre la futura mesa de partidos.

Este planteamiento supone un cierto cambio en la hoja de ruta inicial del proceso. De la idea inicial de "primero la paz, después la política" -popularizada en los encuentros que Zapatero mantuvo con los líderes de los partidos en La Moncloa, inmediatamente después del alto el fuego de ETA- se ha pasado a alternar los avances en los dos terrenos, en el de la pacificación y en el político o de normalización.

Desde primeros de septiembre, las formaciones políticas vascas -incluida Batasuna y automarginado el PP- mantienen contactos bilaterales y discretos para avanzar hacia un preacuerdo sobre el funcionamiento, el método y los objetivos de la mesa. Los tres partidos clave en estas conversaciones son el Partido Socialista de Euskadi (PSE), el PNV y Batasuna.

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La oficialización de la mesa de partidos tardará y no se escenificará hasta que Batasuna sea legal. Incluso, es posible que se posponga a la celebración de las elecciones municipales de mayo de 2007.

Batasuna no tiene prisa en legalizarse ni tampoco la tiene para que se constituya oficialmente la mesa de partidos. Lo que quiere asegurarse son las garantías de la formación de la mesa de partidos con un preacuerdo previo, antes de que el proceso avance en el terreno de la pacificación.

Fuentes de Batasuna señalan que para la formación independentista "la adopción de una nueva sigla y la presentación de nuevos estatutos no es un problema". "La clave radica en que se asuma un compromiso sobre la mesa de partidos, en que se le dé un contenido político al proceso", añaden las mismas fuentes.

Los partidos vascos debaten sobre un preacuerdo que afectará al problema de la identidad vasca, su capacidad de decisión, su engarce en el marco institucional y el respeto a los procedimientos de reforma del ordenamiento jurídico-político. Otra de las cuestiones de debate es la formación de mayorías para lograr acuerdos en la futura mesa. La posición del PSE y PNV coincide en que es necesario que en los acuerdos que se adopten participen, al menos, una de las dos grandes corrientes políticas vascas, la nacionalista y la no nacionalista. Batasuna defiende la mayoría simple.

"Los partidos tienen voluntad de llegar a un preacuerdo, pero no es fácil porque se parte de posiciones muy distantes", señalan fuentes conocedoras del proceso, que fijan, como referencia para el logro del preacuerdo, el plazo de finales de año.

El preacuerdo sobre la mesa de partidos abriría la llave de la reunión oficial entre el Gobierno y ETA, que también se sitúa para finales de año. En dicha reunión se prevé que el Gobierno abordará con ETA el acercamiento de presos a cárceles del País Vasco y un mayor compromiso de la banda con el alto el fuego. Las fuentes consultadas descartan que el compromiso de ETA llegue a reconocer públicamente el carácter "irreversible" del proceso. "ETA hará público reconocimiento de la irreversibilidad del proceso en su fase final", señalaron.

El preacuerdo llevará aparejada la legalización de Batasuna, que pretende presentarse a las elecciones municipales de mayo. Sus líderes disponen de varias fórmulas y elegirán aquella que les ofrezca "más garantías" ante "la amenaza de la vía penal" por las causas pendientes.

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